Leer libros que a toda la gente le gusta me sale mal

Leer libros que a toda la gente le gusta me sale mal

¿Viste esos libros que toda la gente está leyendo ahora mismo? No me refiero solamente a sagas de vampiros adolescentes ni a historias de caballos, indias, fuego y pasión. Mucho menos a libros de investigación ni política.

Me refiero a los libros que ciertas editoriales ponen a circular y «toda la gente» lee.

Para elegir mis lecturas me inspiro en las recomendaciones de los escritores que me gustan.

Sin embargo, durante 2020 me entregué a la peligrosa comodidad de hacerle caso a las tendencias y me compré dos o tres libros que toda la gente andaba leyendo.

Dos autoras y un autor. Y lo primero que vi fue una letra enorme. Mucho espacio, menos de 150 páginas. Y me dije: «vamos a leer», no prejuzgaré la obra por su extensión.

Después de leerlo siento que lo menos grave es el tamaño de la letra o la extensión de esos libros.

Las lecturas inquietantes

Había algo que no terminaba de cerrarme en esos libros, en sus tramas, en la densidad (casi nula) de su construcción. No me refiero a que sea más o menos difícil de leer.

Como si fueran ríos que se estaban secando, esos libros no tenían profundidad, no había nada más que eso que leía. Y ahí no me conmovía nada, era como terminar un vaso de Coca-Cola sin gas (es una metáfora, no tomo gasesoas).

Eso me llevó a pensar en la maquinaria de la industria editorial. Y en como, al igual que con un paquete de papas, una bebida o un par de zapatillas, los libros se promocionan en redes sociales como si fueran un alfajor.

Por eso veía en cada perfil de Instagram a gente diciendo lo mucho que había para leer en tal o cual libro, lo mucho que conmovía e inquietaba. Y yo, que por pura curiosidad me había metido a leer alguno de esos libros super recomendados, pensaba: «qué dirían si leyeran a Flannery O’Connor».

En fin, que cada persona elegirá qué lectura le resultará inquietante.

Mis decepciones

Un libro que le gusta a casi todo el mundo me pareció horrible, me decepcionó. ¿Está bien?

Sí, creo que está bien (aunque decepción para algunas personas puede sonar un poco exagerado). Me pasa mucho: un libro se pone de moda o gusta muchísimo, toda la gente habla de lo maravilloso que es. La crítica lo aclama, escritores y escritoras lo recomiendan. Y yo, pensando que me va a gustar, me ilusiono y lo compro.

Cuando lo leo me siento estafado. Siento algo de culpa y bronca. Pero después se me pasa porque recuerdo que la lectura es una experiencia muy personal.⁣

La solución que encontré para no amargarme la vida: evito generarme expectativas sobre un libro a partir de lo que dicen otras personas. Porque, al final, espero que el libro sea lo que imaginé. Y muy rara vez sucede.⁣

Pienso que si un libro le gusta a tantísima gente es porque conecta con lo profundo de muchísimas personas. Y para esas personas es uno de los mejores libros se han escrito.⁣ Respeto mucho eso.

Si al leerlo no encuentro reflejado todo lo que se había dicho sobre el libro, debo hacerme cargo. Tal vez la culpa sea mía, por haber leído las reseñas, críticas y recomendaciones sin tener en cuenta que son experiencias personales. Es mi culpa olvidar que esas recomendaciones no son verdades absolutas que sí o sí se cumplirán cuando lea el libro.

Si me olvido de eso estoy perdido, porque me imagino un libro que no es y quiero que se ajuste a mis expectativas. ¿El libro es horrible por eso? Para mí puede que sí y está bien. Para otros puede que sea todo lo contrario y también está bien.⁣

Creo que de eso se trata el placer de leer. Como en la vida, todo depende del color de lentes con los que leamos.

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