Kentukis de Samanta Schweblin: muñecos para calmar la soledad

Kentukis

Kentukis, la novela de Samantha Schweblin, podría ser un capítulo de la serie Black Mirror. No soy el primero que lo dice, pero no encuentro otra manera de definir el libro en pocas palabras.

El Kentuki es un dispositivo tecnológico con forma de peluche que vincula de manera remota a dos personas que pueden estar lugares muy lejanos, en cualquier parte del mundo. La persona que compra un Kentuki obtiene una mascota tecnológica, un peluche que emite sonidos y se mueve de forma independiente y cuyos ojos son cámaras y sus oídos, micrófonos.

La persona que decide ser Kentuki obtiene una tarjeta de conexión que le permite manejar la mascota y accede a la privacidad de quien la posee desde un panel de control disponible para tablets o computadoras.

La conexión entre ambas personas se da de manera azarosa y finaliza cuando una de las personas lo decide.

En Kentukis, de Samanta Schweblin, estos peluches son el pretexto para hablar de cómo las personas nos vinculamos mediante la tecnología. Es un libro sobre personas y su forma de vincularse con otras personas mediante una tecnología muy básica y para nada sofisticada.

El libro tiene varios hilos narrativos que se van intercalando. Cada hilo cuenta la historia de un personaje que decide ser Kentuki y otro que decide poseer un Kentuki. A medida que leas el libro irás descubriendo historias y conociendo realidades que pueden causarte ternura, miedo, impresión, tristeza.

La escritura de Samanta es limpia y cristalina, te va a meter en el relato y te va a pasear por todo el libro sin que te des cuenta. Es un libro realmente entretenido y fácil de leer que te va a dejar pensando. No sé en qué, pero en algo vas a pensar después de leer el libro o en cada pausa de lectura que hagas.

La historia que más me gustó es la de Grigor, un joven croata que vive en Zagreb. No se lo ve bien económicamente y para revertir su situación decide vender accesos a Kentukis. ¿Cómo funciona? Grigor compra tablets y tarjetas de conexión. Activa una tarjeta en cada tablet, se conecta a Kentukis y recoge información sobre sus dueños/amos. Clasifica a los dueños de los Kentukis y lo que vende es el acceso a la privacidad de una persona. Por ejemplo: clase alta, entorno familiar con empleados domésticos, piscina, varios coches, posible zona rural, ecuatorial, de habla hispana.

Cuando el negocio comienza a ir bien, Grigor pide ayuda a su vecina Nikolina. Un día, por casualidad, Nikolina saca a la calle un Kentuki que está en Brasil. Se encuentra con una joven venezolana aparentemente secuestrada por una red de trata de personas. ¿Por qué digo aparentemente secuestrada? Porque Nikolina y Grigor ayudan a la joven venezolana, quien regresa a su hogar. Y es ahí, en la casa de la joven, en donde Grigor (Kentuki mediante) descubrí que en realidad la joven no había sido secuestrada por una red de trata: había sido vendida por su padre.

Kentukis me encantó, me parece un libro entretenido y fácil de leer. Sin embargo, creo que no es lo mejor que ha escrito la autora. Samantha Schweblin es, para mí, una de las mejores autoras de cuentos contemporáneas.

🔸Kentukis – Samanta Schweblin

Editó Literatura Random House en 2018

224 páginas (23×14 cm).⁣⁣⁣⁣⁣

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